Se va a lanzar una nueva línea de productos y hay que introducirlos en el sistema ERP. Sin embargo, rápidamente se hace evidente que falta un campo de entrada para un tipo de datos de producto completamente nuevo. Antes de poder configurar los productos en el ERP, tienes que ponerte en contacto con la persona encargada de ello, para que haga los ajustes necesarios, pero ahora mismo está ocupada, así que la cosa se alarga y tienes que esperar…
Pero hay otras opciones que te harán mucho más autosuficiente y, por tanto, te ahorrarán tiempo y recursos tanto a ti como a la persona encargada del ERP.
Una de esas opciones es vincular un sistema PIM al sistema ERP, dando así la vuelta a todo el procedimiento.
Razón nº 1: Ahorras tiempo porque puedes hacerlo todo tú mismo: el ajuste del ERP es cosa del pasado
En lugar del proceso tradicional, en el que se empieza por configurar los productos en el sistema ERP, puedes dejar que los productos comiencen su ciclo de vida en el sistema PIM. ¿Por qué?
Porque el sistema PIM sirve como ubicación central desde la que gestionar todo tipo de datos de productos. El sistema PIM y el ERP están 100% integrados entre sí, de modo que hay un agujero directo a los datos que residen en el ERP. El sistema PIM no está limitado por campos de entrada predefinidos, por lo que puede obtener todas las especificaciones de los productos de forma sencilla. Si necesita un campo de datos, lo crea usted mismo de forma rápida y sencilla, sin ayuda del responsable del ERP.
Razón nº 2: PIM mantiene tu sistema ERP libre de datos irrelevantes
En realidad, el sistema ERP está diseñado para gestionar únicamente datos transaccionales y, al configurar el resto de la información de producto en el sistema PIM, te aseguras de que el ERP se mantenga libre de datos irrelevantes.
Razón nº 3: Los productos están listos en el sistema PIM, a la espera del primer comprador
Otra ventaja de configurar primero los productos en el sistema PIM es que éste puede actuar como una especie de cajón de arena para nuevos productos que podrían no venderse de inmediato. No es conveniente tener productos que rellenar en el sistema ERP antes de que haya compradores para ellos. En el sistema PIM se puede trabajar con los productos y enriquecerlos con todos los datos de producto necesarios para la comercialización anticipada, por ejemplo, sin afectar al sistema ERP.
Mientras que un sistema ERP se basa en datos transaccionales que no pueden borrarse, por lo que permanecen ahí ocupando espacio, en un sistema PIM es posible cambiar y borrar datos rápidamente. Un sistema PIM puede utilizarse para preparar productos para la venta, y puede dar al departamento de marketing la oportunidad de comercializar los nuevos productos sobre la base de todos los datos relevantes, incluso si los productos aún no se han configurado en el sistema ERP.
Cuando los productos individuales o los grupos de productos están completamente listos para la venta, pueden transferirse fácilmente al sistema ERP.
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