Ante los cambios en el comportamiento de los consumidores y la existencia de canales de compra alternativos, los pequeños y medianos fabricantes que quieran mantener su competitividad necesitan diferenciarse en el mercado global basándose en una combinación de factores como la innovación, la calidad del producto, el plazo de entrega, el precio y el servicio al cliente.
El éxito de cualquier empresa depende de su capacidad para conseguir otro cliente satisfecho.
Si tu cliente está satisfecho, volverá y comprará de nuevo.
Pero ¿cómo pueden conseguirlo los pequeños y medianos fabricantes?
En pocas palabras: planificación de la capacidad.
Pero demos un paso atrás antes de entrar en la planificación de la capacidad.
Hoy en día, los clientes tienen muchas opciones entre las que elegir. Hay muchas empresas que compiten contigo.
El comportamiento de los consumidores está cambiando. Los clientes buscan una marca transparente y, al mismo tiempo, tienen menos paciencia. Todo tiene que ir muy rápido.
Quieren que les ayudes si tienen alguna duda, y que su pedido llegue a tiempo. También exigen productos de calidad con el etiquetado adecuado y, por último, que el proceso de pago sea fácil y preciso.
Con el creciente número de canales de compra, los fabricantes se enfrentan al reto de diferenciarse y, en consecuencia, pierden su ventaja competitiva en el mercado global.
Pero este no es el único reto al que se enfrentan los fabricantes hoy en día.
Con la creciente complejidad de la lista de materiales y los recursos de producción con múltiples restricciones, como máquinas, herramientas y mano de obra cualificada, tu capacidad para ofrecer fechas de entrega precisas a los clientes y captarlos se está convirtiendo en una tarea complicada.
Esto se debe a que en algunas pequeñas y medianas empresas fabricantes se siguen registrando datos importantes en papel. Cuando una empresa trabaja manualmente, aumentan las posibilidades de que se produzcan errores, y esos esfuerzos a veces pueden afectar a su capacidad para prestar un servicio adecuado a sus clientes.
Seguir siendo competitivo y diferenciar un negocio de fabricación puede basarse en una combinación de factores.
Supongamos que la innovación, la calidad del producto, el plazo de entrega y el precio son constantes y no pueden modificarse.
La única opción del fabricante es aumentar los niveles de servicio al cliente. O lo que es lo mismo, conseguir un cliente satisfecho.
Por ejemplo, mediante los siguientes elementos:
El punto de partida para mejorar la puntualidad de las entregas a los clientes, con su efecto secundario de mejora del flujo de caja, es la fijación de las expectativas de los clientes proporcionando fechas de entrega precisas para los presupuestos y los pedidos de venta.
Para respaldar este proceso de negocio, el equipo de ventas y los planificadores de producción necesitan las herramientas necesarias:
Todo esto sólo puede ocurrir si tienes un buen proceso para la planificación de la capacidad en tu planificación de recursos empresariales (Enterprise Resource Planning - ERP) o en tu solución de fabricación.
En términos sencillos, la planificación de la capacidad consiste en poder programar las máquinas, el personal y otros recursos adecuados que existen en una planta de fabricación para satisfacer la demanda de productos.
Como la demanda de productos sigue cambiando, una solución de planificación de la capacidad adecuada debe ser lo suficientemente flexible como para seguir proporcionando el número óptimo de productos con una interrupción mínima.
Tener visibilidad de la demanda de productos es estupendo, pero el planificador de la producción necesita flexibilidad para hacer cambios en la programación.
Eso puede ocurrir cuando algo cambia en la fábrica. Puede que una máquina haya dejado de funcionar o que haya una reparación de herramientas no planificada.
El director de producción necesita poder simular posibles estrategias o escenarios que le ayuden a determinar si habrá algún impacto negativo en las fechas de entrega exigidaspor el cliente.
Estos recursos deben optimizarse para maximizar el rendimiento de la producción, reducir los cambios y las configuraciones y, al mismo tiempo, satisfacer la demanda de los clientes, y esto debe hacerse de forma dinámica.
Ser capaz de analizar los procesos de fabricación permite a los fabricantes responder de forma proactiva a los problemas y reducir el tiempo de inactividad en la planta.
Ser capaz de hacer todo eso de forma eficiente se traducirá en tu capacidad para servir mejor a tus clientes.
Ellos notarán ese cambio, ya que tú podrás proporcionarles siempre un estado exacto de la fecha de entrega de sus pedidos. Si ocurre algo y hay un retraso, lo sabrás de antemano y, por lo tanto, podrás ponerte en contacto con tu cliente con antelación y explicarle el retraso.
Ser proactivo y no esperar a que te llamen te llevará muy lejos y te ayudará a construir una marca sostenible. Te diferenciará de todas las demás empresas que aún no lo hacen.
Con la planificación de la capacidad de Beas Manufacturing, las fechas de entrega iniciales pueden calcularse mediante programación regresiva finita.
Cuando esto se combina con Beas Manufacturing APS, tanto la disponibilidad de material como la capacidad pueden programarse conjuntamente para calcular la fecha de entrega “capaz de prometer”, lo que permite planificar eficazmente un gran número de órdenes de producción de tiradas cortas.
Este cálculo tiene en cuenta las operaciones que se están realizando en esos momentos en el taller, y esa información puede importarse directamente de las máquinas a través del Data Integration Hub de Beas.
